ECUADOR (Marzo 25 de 2021). Después de aproximadamente cuatro años, a través de dos investigaciones se logró determinar el patrón de alimentación de los tiburones punta negra y de las tortugas marinas, información valiosa para la toma de decisiones de manejo y conservación de estas especies por parte de la autoridad ambiental en el archipiélago.
Uno de los estudios buscaba determinar de qué se alimentan los tiburones punta negra (Carcharhinus limbatus) en los sitios de crianza de esta especie, para lo cual se realizaron análisis de isótopos estables, una técnica que permite determinar la concentración de ciertos elementos químicos en el tejido de las especies. El resultado evidenció que la fuente de energía y carbono de los tiburones varia durante su desarrollo.
En su etapa neonatal el tiburón punta negra se nutre de la yema adherida a los recién nacidos que es gradualmente substituida por peces costeros que habitan las mismas zonas de crianza. Conforme aumenta el tamaño de los tiburones la fuente principal de alimento es cambiada por peces pelágicos. Estos resultados son consistentes en las tres zonas de crianza estudiadas: Laguna de las Azules, en Santiago; Venecia y Bahía Academia, en Santa Cruz.
El otro estudio está relacionado con determinar los cambios en los patrones de alimentación de las tortugas marinas de Galápagos, específicamente en la especie (Chelonia mydas). Utilizando la misma técnica de isótopos estables, los investigadores lograron demostrar que existe un cambio de zonas de alimentación durante los periodos previos a la anidación de esta especie en el área protegida de Galápagos.
Los tejidos más activos como la piel almacenan información reciente; mientras que los tejidos de renovación más lenta como el caparazón contienen la información más antigua.
Los valores de isótopos registrados en el caparazón indicaron una estrategia de alimentación netamente oceánica durante tres o cuatro años antes de su anidación, mientras que los valores de isótopos de la piel representaron una estrategia de alimentación costera meses previos a su anidación, acompañada de un consumo especifico de presas, que pueden ser las macroalgas verdes y rojas presentes en las costas de las islas.
Toda la investigación se realizó gracias al apoyo de la Dirección del Parque Nacional Galápagos del Ministerio del Ambiente, investigadores locales y organizaciones como la Fundación Charles Darwin y la Universidad San Francisco de Quito.
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Fuente: Ministerio de Ambiente de Ecuador